
El Autor: Juan Vizcaíno Herranz
Nací en Tetuán a principios de los años 50 del siglo pasado, y vine a Mallorca a los 14 años donde finalicé el bachillerato. Me gustaban sobre todo las Matemáticas, empujado en parte por mi padre y mostraba cierta habilidad para explicar a mis compañeros de clase lo que no entendían de Matemáticas, Física o Química. Tanto es así que algún verano dí clases particulares a compañeros míos que habían suspendido.
Estudié Químicas en la Universidad de Barcelona, en parte porque en 6º y PREU las matemáticas me las enseñaron muy mal y no me sentí preparado para estudiar Exactas.
Cada vez tuve más claro que quería dedicarme a la docencia y dado que la investigación no era lo mío, ni el hacer la rosca a los profesores de la Universidad tampoco, encaminé mi profesión a las enseñanzas medias.
Finalizados mis estudios en el 74, intenté entrar como PNN, hoy interino, en algún Instituto de Barcelona, visité varios y la respuesta siempre se parecía "no tenía padrinos".
Trabajé muy a gusto dos años en el Colegio privado Tecla Sala de L'Hospitalet de Llobregat y en ese tiempo preparé, junto a unos compañeros, las oposiciones a Cátedras de Instituto de Física y Química.
El tiempo se me iba entre las 33h de clase a la semana que impartía, su preparación y la corrección de exámenes y aún encontraba unas 30h para estudiar las oposiciones. En las vacaciones todo ese tiempo estaba dedicado a ese único fin. Mis compañeros, todos físicos, me enseñaron mucho, dado que la mitad de los 150 temas eran de Física y yo era químico. Trabajé a destajo pero aprendí.
Saqué las oposiciones cuando este país vivía la resaca de la muerte del dictador. Dio la casualidad que llegamos a Madrid a iniciar las mismas el día del cese-dimisión de Arias Navarro.
Obtuve la plaza del Instituto Vicente Espinel de Málaga, conocido como Gaona, que era femenino por aquél entonces. Con 24 años era el catedrático más joven de España de Física y Química y casi del resto de materias. Un joven en vaqueros con pelo largo y barba que no era el prototipo de catedrático predominante en esa época.
Había conseguido un objetivo de años, ser profesor en la enseñanza pública sin hipotecas de ninguna clase.
Entre el 77 y el 82 compaginé mi la labor docente con la dirección del Instituto. A los problemas políticos que había en aquella sociedad cambiante se sumaron, huelgas prolongadas por la gran cantidad de profesores no numerarios que con razón exigían una solución a su situación, una administración educativa que en los primeros años daba la impresión de no tener interés en que funcionara la enseñanza pública y para acabarlo de completar los problemas provocados por la actuación de una administrativa que acabó expedientada por digamos, "mala praxis" con los dineros públicos.
Cuando hoy leo o escucho las razones por las que se juzga a tantos personajes por llevar a sus bolsillos dineros que son de todos, no puedo por más que volver 40 años atrás, cuando conocí prácticas idénticas o muy semejantes.
Disfruté durante 12 años de dar clases en el Gaona a unas alumnas y posteriormente también alumnos con ganas de aprender, lo que es la mayor suerte que puede tener un profesor que quiere enseñar. Algunos de esos alumnos estarán próximos a la jubilación y sería un placer reencontrarme con cualquiera de ellos aunque no sea capaz de recordar sus nombres.
Y mientras disfrutaba impartiendo clases y preparándolas, iba aprendiendo y además cobraba por ello.
En el año 88 toda la familia, mujer e hijos volvimos a Mallorca, yo al Instituto de Palma llamado nº7. Un centro que no contaba con edificio propio, el cual no tenía las obras iniciadas, con doble turno, con un alumnado que no había podido entrar en institutos con horario normalizado. Todo ello a mi entender consecuencia de la mala gestión del MEC en Balears en relación a la enseñanza pública. No se parecía en nada al Instituto del que procedía.
Desde el primer momento los profesores allí destinados iniciamos gestiones que llevaron a los responsables del MEC a darnos para el curso 89-90 las riendas de la dirección del Instituto y un edificio al que pondríamos por nombre Madina Mayurqa.
Del 90 al 92 estuve de Jefe de Estudios poniendo orden, junto a al resto de compañeros, en el desconcierto inicial que nos encontramos y por supuesto dando clases. El esfuerzo de todos hizo que en un par de años el centro no tuviera nada que ver con lo que nos encontramos. A algunos de mis alumnos de entonces, hoy ya cuarentones, sigo viéndolos y los considero amigos.
Del año 1993 al 2015 seguí impartiendo clases en el IES Joan Alcover de Palma. Total 41 años ininterrumpidamente sin desertar de la tiza.
A partir del año 92 en que me hago con mi primer ordenador personal dejo la máquina de escribir y empiezo a pasar todo lo que tenía escrito a mano o a máquina a archivos digitales.
El ordenador me ha hecho trabajar mucho, pero me ha permitido ir rectificando lo que tenía, ampliarlo, recortarlo, modificarlo... siempre con la intención de mejorarlo. Nada que ver con la Olivetti y el típex.
Fruto de ello son infinidad de archivos que recogen el material que he ido elaborando de COU, BUP, Bachillerato y ESO de las materias de Física, Química, Mecánica y Electrotecnia, recogiendo ideas de libros, de compañeros, de alumnos… que fui adaptando a las necesidades de mis alumnos.
En toda mi docencia he intentado relacionar las ideas físicas o químicas que figuraban en los programas con la realidad que circunda al alumno para que, aunque ciertos conceptos son complejos, se les hicieran atractivos. La Mecánica, la Energía o la Química del cuerpo humano, la Física de los deportes, de los vehículos y en general de la vida cotidiana he querido siempre tenerlas presente en mis años de docencia.
Decidí, mientras impartía mi último curso, recoger en un libro la teoría y los problemas de que disponía del curso de Física y Química de 1º de Bachillerato.
Una vez jubilado, en lugar de publicar otro libro pensé que era una mejor solución publicar una web en la que organizaría el material que tenía de Física, Mecánica y Electrotecnia de COU y de 2º de Bachillerato.
Así esta página, que no es más que un trabajo remunerado por los españoles que pagan impuestos, estaría al alcance de todo el mundo que pudiera interesarle y el material no quedaría enterrado en el archivo de un ordenador. Por otra parte a mis hijos, en su momento, no les creará problemas el tener que deshacerse de las carpetas con las copias en papel que guardo de todos los archivos.
Agradecimientos y disculpas
Por distintos aspectos debo agradecer lo que he hecho a.
Mis alumnos.
Trabajé para ellos y procuré que cuando finalizaran las enseñanzas medias estuvieran en disposición de seguir una carrera científica o técnica. La satisfacción de ver que ayudé a muchos a abrir su mente y pese a haberles hecho sufrir más de lo que hubieran deseado en su momento, cuando que me encuentro con algunos de ellos tengo algo más que la sensación de que lo dan por bien empleado.
A Ricardo Granados
Catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Barcelona .Él me enseño mucha Orgánica, pero sobre todo me enseñó a dar clases. Sin duda el mejor profesor que he tenido en mi vida. Hacía reflexionar, era exigente, mantenía la atención de la clase, podría haberse dedicado al teatro para mantener al público siempre expectante. Su exigencia hacía que no todos los alumnos lo valoraran igual.
A mi padre
El me inculcó el amor por las Matemáticas desde niño y a comprender que en esa materia hay que saberlo todo, que con un 5 se aprueba pero no basta, que se construye sobre lo anterior y que si algo de eso falla, todo se derrumba y no se puede avanzar.
A Aina
Mi mujer, compañera y amiga durante más de esos 40 años, por el tiempo que le robé con este trabajo, que si quieres no se acaba nunca, lo que no hubiera ocurrido de haberme dedicado a otra actividad profesional.
Disculpas
A todos aquellos alumnos que, con el paso de los años, siguen pensando que no supe llegar a ellos.